En esta ocasión se trata de la monitorización, con testeos regulares de las diferentes áreas de la clínica, para controlar los niveles de dióxido de carbono. Este control sobre la concentración de CO2 en el ambiente permite adaptar los sistemas de ventilación y climatización y mejorar la calidad del aire.
Ilerdent adopta esta nueva medida de prevención tras la publicación de estudios recientes que establecen la correlación entre la concentración de aerosoles y los contagios de COVID19 que se producen tras compartir el aire en sitios cerrados con mala ventilación. Riesgo evitable gracias a la medición del CO2.