El Instituto Dental Ilerdent es un referente clínico de la salud bucodental en Lleida. Ahora, a las puertas de un escenario incierto como es el de la desescalada y la post pandemia, hablamos con Miquel Gensana –gerente de Ilerdent– que lanza un mensaje de tranquilidad a todos sus pacientes y resuelve algunas de las dudas sobre la idoneidad y seguridad de someterse a tratamientos dentales en los próximos días.
ENTREVISTA
La COVID19 dibuja un horizonte complejo para las clínicas dentales. ¿Nos adentramos en una dimensión desconocida?
Sin duda, pero relativamente y no solo para las clínicas dentales. El coronavirus es una realidad que ha venido a cambiar muchas cosas y lo ha hecho de forma brusca y, a pesar de los indicios, casi sin anunciarse. Pero también es cierto que no entraremos en la fase de desescalada sin conocimientos. En Ilerdent, el período de confinamiento ha sido un banco de pruebas que nos ha permitido restringir la actividad a la atención telefónica de urgencias –limitando al mínimo las visitas presenciales–, con lo que hemos podido dedicar nuestro tiempo a implementar progresivamente medidas y protocolos de seguridad, testarlos y, en función de los resultados, mejorarlos e incluso, posicionarlos por encima de las exigencias que marca la normativa en vistas a cualquier posible crisis o cambio de escenario.
¿Qué tipos de medidas se han adoptado para minimizar el riesgo de contagio en estos primeros meses?
Bien, hemos adoptado medidas de todo tipo y en todos los ámbitos de la clínica. En primer lugar, hemos introducido numerosos cambios en la gestión.
Es importantísimo que el área más transversal de la clínica –la que ordena nuestra actividad y establece la coordinación entre recepción, tratamiento y post tratamiento– asuma una visión general de la situación y supervise que las cosas se hacen correctamente.
En segundo lugar, la cuestión tecnológica. En Ilerdent somos un referente en diagnóstico digital 3D y ahora hemos extendido esa excelencia a la asepsia y mantenimiento de instalaciones. Incorporamos nuevos equipos de filtraje ambiental adaptado y también hemos incrementado los recursos tecnológicos y humanos del Área de Esterilización que ya contaba con todos los certificados y garantías pero que ahora se posiciona muy por encima de la normativa exigida en clínicas dentales.
Y en tercer lugar, podríamos hablar de lo que popularmente se conoce como EPIs, los Equipos de Protección Individual. En Ilerdent disponemos de toda el equipamiento necesario, tanto para nuestro personal sanitario como para nuestros pacientes, para evitar cualquier contagio. Así mismo, se han establecido escrupulosos protocolos de uso para garantizar que se emplean de forma correcta.
Parece complicado abordar la situación desde tantos frentes. ¿Se pueden asumir tantos cambios en tan poco tiempo?
Desde luego. No hay que olvidar que en Ilerdent jugamos con ventaja. Somos una clínica dental altamente especializada y eso implica una actuación multidisciplinar. La COVID19 simplemente ha venido a revisar y mejorar los protocolos base, en el caso de la población sin patologías asociadas; y los protocolos de riesgo que afectan a pacientes anticoagulados, oncológicos, inmunodeprimidos en general e incluso con enfermedades infecciosas. No olvidemos que el contagio es un factor de riesgo natural en el ámbito de la salud que conocemos muy bien, los que nos da cierta ventaja frente a otros sectores.
¿Y cómo se minimiza el riesgo? ¿De quién depende?
Como he dicho antes, la base es medir, evaluar y combatir el factor de riesgo de contagio. Pero la gestión, los protocolos, la tecnología… de nada sirven si no se cuenta con el principal recurso: las personas. Vencer en una situación de crisis solo es posible si se tiene la complicidad del equipo y, por supuesto, del paciente.
En lo que respecta al equipo, la expectativa es del 100%. Formación, coordinación e implicación. En Ilerdent hemos estipulado un plan de reincorporación en el que todo el equipo –doctores, protésicos, higienistas, auxiliares, administrativos, personal de limpieza y mantenimiento…– deberá superar la formación, especialmente en protocolos, EPIs y nuevas tecnologías. Además lo estamos haciendo de forma progresiva para que los ya incorporados puedan actuar como mentores y la adaptación sea efectiva desde el minuto uno.
Por lo que respecta al paciente, hemos editado materiales didácticos y protocolos para que también aprenda, en cierta manera, a adaptarse a esta situación, sepa que en Ilerdent estará seguro y que cuenta con todos los recursos y el mejor equipo profesional para recibir una asistencia sanitaria excelente.
Finalmente, y para que todo esto funcione, la comunicación. Nos comunicamos en todas direcciones, entre nosotros, entre las diferentes áreas y empresas del grupo y, sobretodo, con nuestros pacientes.
Visto así, parece que no hay ninguna razón que impida acudir al dentista.
En nuestro caso, no hemos dejado de trabajar durante la pandemia. Lo que hemos cambiado ha sido el sistema presencial por una pre evaluación del paciente vía telefónica y, cuando se ha requerido, con consulta médica. Además, el servicio de reparación de prótesis se ha mantenido activo durante todo el período de confinamiento e, incluso, con recogidas a domicilio de las piezas a reparar para mayor comodidad y seguridad de nuestros pacientes.
Un sistema de trabajo del cual ya está prevista la evolución y que se ha diseñado con una gran elasticidad para poder adaptarlo a cualquier situación que se plantee en un futuro. Para ello hemos establecido dos tipos de casuísticas.
En primer lugar la visita por prescripción facultativa, es decir la que no se puede aplazar. Este paciente es prioritario, ya sea por la urgencia de la dolencia o porque es un paciente inmerso en un tratamiento de larga duración que debe seguir unas fases. En este caso hemos implantado el Tratamiento Seriado. Una fórmula que permite realizar en una única sesión todas las intervenciones previstas (exodoncias, empastes, implantes dentales…), reduciendo el número de visitas y, en consecuencia el riesgo y el tiempo. Una fórmula cómoda y segura que cuenta con toda la tecnología de radiodiagnóstico, cirugía guiada por ordenador y sedaciones múltiples para garantizar el éxito del tratamiento y el bienestar del paciente.
Luego están las visitas periódicas y/o voluntarias (mantenimiento de implantes, periodoncias, ortodoncias, higienes, estética dental…) que se están reprogramando.
Toda esta adaptación a la COVID19 parece muy costosa. ¿Será más caro ir al dentista?
En primer lugar, quiero informar a todos los pacientes de Ilerdent a los que se les haya facilitado un presupuesto anterior al confinamiento, de que las condiciones se mantendrán sin ningún tipo de coste adicional; así como a aquellos que dispongan de algún talón promocional vigente.
Ahora bien, es cierto que los nuevos protocolos suponen un coste adicional y lo han hecho en tres dimensiones: instalaciones, material y tiempo. En lo que a instalaciones se refiere, lo asumimos plenamente desde Ilerdent. En el caso del incremento de tiempo (preparación, equipamiento, pausas de descongestión de boxes entre tratamiento y tratamiento) y el material de protección de profesional y paciente (EPIs: mascarillas, gorros, peucos, geles desinfectantes…) hemos hecho el cálculo vinculado a cada tratamiento e informaremos en el presupuesto del coste adicional que supone para el paciente. Un incremento que se aplicará tanto al paciente de mutua (al cual se le siguen respetando las condiciones de su póliza) como al particular pero que, en cierto modo, subvencionaremos desde Ilerdent para que sea el mínimo posible.
En general, ¿nada volverá a ser como antes?
Nunca nada es igual. La vida es cambio y adaptación. En nuestro caso, un reto que asumir para mejorar y mantener nuestro compromiso con la salud de las personas. Además quiero informar a nuestros pacientes de que muchas de estas mejoras han venido para quedarse. En Ilerdent enfrentamos la situación como una oportunidad y vamos a mantener ese plus, muy por encima de la legislación sanitaria, que nos permite ir siempre por delante.